Hoy me he sentido triste, muy triste. Pero la persona con la que conversaba me entendía.
Entendía mi tristeza y mis anhelos.
Lo supe por su rostro.
De ser una chica tan risueña pasó a ser un alma en pena.
Ella sabía lo que yo estaba sintiendo y todo lo que casi a diario me pregunto.
¿Por qué? ¿Por qué no? ¿Y si hubiese hecho eso o aquello? ¿Por qué no me ves? Me tienes aquí, frente a ti, ofreciéndote mi alma, ¿y tú? Tú ni siquiera le echas un mísero vistazo. Sabes lo que podría haber sido, sabes que podría haberte hecho feliz… Pero fuiste un cobarde que huiste de mí.
Se que ella ha pensado esas cosas al igual que yo, y por eso estoy triste.
No quiero que otra persona con alma tan pura pase por lo que pasé yo.
Ella al igual que yo nos merecemos más, nos merecemos algo mejor.
Querida amiga, aunque mi desesperación este llegando a límites insospechados he de decirte, que no me rindo, y que sé que tú tampoco lo harás.
Con cariño para T.
1 comentarios:
Mónica & Tamara for presidents!!!
Ya me contaréis qué ronda por esas cabecitas..
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