Sabes
cuáles son tus límites y aun así luchas por saltar esa línea invisible que nos
delimitan la mente, el cuerpo, la vida en sí misma.
Muchos luchan
por parecer lo que no son, ocultar lo que creen que son sus debilidades. Saben que
si son totalmente sinceros pueden hacerles mucho, muchísimo daño. Pero no se
puede ocultar lo que uno es eternamente; tarde o temprano nuestro yo interior
tiene que salir a tomar el aire.
Otros
sin embargo, se muestran tal cual. Esos son los valientes de este mundo. Son los
que no tienen miedo a sufrir porque saben que pueden soportarlo todo. Se enfrentan
a cada situación con la mayor sinceridad y eso es realmente admirable.
Luego
están las que se lo callan todo, tanto lo que sienten como lo que piensan. Son personas
herméticas, cerradas al mundo, con miedo de todo y de nada. Son aquellas a las
que miras y no puedes evitar preguntarte ¿qué piensas? ¿Hay algo que te
importe? ¿Qué puedo hacer para ver lo que no quieres que nadie vea?
En
este mundo existen numerosos tipos de personas. Todas complejas, hasta las que
nos parecen las más superficiales. Unos vivimos más experiencias que otras,
maduramos más o menos rápido por ello, afrontamos o no la vida, pero todas la
vivimos al fin al cabo.
No
sé a qué ha venido esta verborrea, o puede que sí lo sepa pero no quiera pensar
en ello, solo sé que necesitaba escribir algo.
0 comentarios:
Publicar un comentario