Es todo tan distinto ahora… no sé qué demonios me pasa. Me siento
sola pero a la vez estoy a gusto. Te echo de menos amigo, nuestras bromas,
nuestras charlas, nuestras risas, echo mucho de menos nuestra complicidad. Cada
día es algo nuevo pero luego siempre acabo igual. Una película y a dormir. Echo
de menos ese alguien con quien hablar de absurdeces, contarle mis sueños, mis
ideas y discutir sí soy o no soy buena persona.
Es todo tan distinto ahora… no sé qué hacer con mi vida. Quedan meses para decidir qué voy
hacer. Lo he estado aplazando demasiado porque sinceramente tengo miedo. Miedo a
fracasar, a equivocarme, a no llegar a ser quién quiero ser, pero es absurdo
porque tampoco sé quién quiero ser. Dios… odio crecer, odio las
responsabilidades, odio darme cuenta de que no soy nadie, odio no poder ser
feliz, y odio no poder ser por no saber apreciar lo que tengo. Porque sí, soy
afortunada, mucho. Tengo una familia y amigos de verdad; tengo un plato que
llevarme a la boca cada día e incluso más; tengo todo lo que materialmente
necesito y aún así no me basta. ¡AGH! ¡Me odio! ¡Me odio por querer más y por
simplemente tener la poca vergüenza de decir que necesito más! Soy
despreciable, al igual que muchos de vosotros.
Es todo tan distinto ahora… no sé cómo cambiar. Quiero
hacerlo, quiero ser alguien mejor. Ese es el mantra que me repito cada día, pero
¿qué pasa? Que en cuanto cojo este estúpido ordenador me olvido de todo. Porque
sí, me gusta pasar horas delante de esta pantalla, porque sí, me siento viva
cuando escribo esas historias donde las personas viven de verdad, pero mientras
tanto yo me siento a imaginar vivir una de esas vidas en vez de salir y vivir
de verdad. ¿Sabéis? Nunca he besado a nadie por amor. Nunca. Jamás. Tampoco me
han besado a mí con amor. Sí, lo sé, siempre el mismo tema. Que si nadie me
quiere, que si no consigo encontrar el amor, blablablá. Bobadas, lo sé, pero es
lo que siento. Ni siquiera sé porqué estoy escribiendo esto. Tal vez para
soltar todo lo que callo a lo largo del día. O tal vez sólo tal vez para que
alguien más sepa que existo y que mis problemas son exactamente iguales a los
de muchos otros.
Es todo tan distinto ahora… pero yo no siento que he
cambiado. Nunca me he conocido de otra manera. Creo que no puedo cambiar, que
estoy hecha para vivir siempre tan patéticamente. Qué triste. Admiro a tantas
personas pero lo verdaderamente triste es que nadie me admire a mí, que no tenga
nada de valor que sea rescatable de mi persona. ¿Tan insignificante soy? Sí. Lo
soy. ¿Y por qué no lo iba ser, si somos cientos y cientos de personas? ¿La
verdad? Me gustaría dejar mi huella en la historia. ¿Y a quién no? Dios… soy
tan imbécil…
Es todo tan distinto ahora… tan duro… tan amargo… tan frio…
Me siento triste y debería sentirme peor por no estar estudiando ahora mismo.
¿Soy mala persona si digo que no me importa nada, que por mí todo podría
desparecer? ¿Soy cruel al decir que prefiero no amar a sufrir el abandono una
vez más? ¿Soy despreciable si digo que aparte de mis amigos, mi abuela y mi tía,
la única que me importa es mi gata? No contestes, ambos sabemos las respuestas.
Desearía ser una niña de nuevo… desearía cambiar tantas
cosas… desearía que todo no fuera tan distinto ahora.
0 comentarios:
Publicar un comentario