Cada mirada encontrada, cada sonrisa sincera, cada roce que eriza la piel...
Que hermosos y excitantes son los comienzos.
Todo es nuevo y da miedo.
Sientes nervios. Muchos nervios.
Sientes vergüenza, porque no sabes como actuar delante de esa persona.
No sabes qué preguntarle, que decirle… No sabes que puede pasar si haces una cosa u otra.
Y todo se reduce a ese dolor de estómago, ese que te indica que estás cagada de miedo, que darías lo que fuera por saber que va a pasar.
Como echo de menos un comienzo…
0 comentarios:
Publicar un comentario